En una emocionante tarde de este miércoles, los tios, en su mayoría veteranos que habían abandonado las canchas, regresaron al mundo del baloncesto en un encuentro amistoso contra una mini selección de estudiantes. El sonido del balón resonó nuevamente en nuesta cancha, marcando el retorno de habilidades olvidadas y recuerdos compartidos.
La atmósfera estaba cargada de camaradería y risas, creando un vínculo especial entre las generaciones. La comunidad educativa se unió para disfrutar de este evento lleno de risas y alegría. A pesar de la brecha generacional, el juego se convirtió en un puente que conectó a todos, recordándonos la importancia de la actividad física y la diversión en la vida cotidiana.
Este encuentro amistoso no solo fue un regreso a las canchas, sino también una celebración de la comunidad, resaltando cómo el deporte puede unir a las personas y crear momentos inolvidables. La tarde culminó con aplausos y sonrisas, dejando un recuerdo duradero en la memoria de todos los participantes.